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Lucía, arquitecta en Loewe, y su marido Nacho, se daban el ‘sí, quiero’ el pasado 7 de mayo en Orio (País Vasco).

La novia, cuenta que se enamoró de un vestido de la colección Primavera-Verano 2020 de la firma para la que trabaja como arquitecta, un diseño de organza natural, con mangas abullonadas y bordado a mano en bombay. Lo vio sobre la pasarela en la retransmisión del desfile y pensó «¡Qué bonito para novia!». Cuando aún ni sabía que se casaba, fueron sus compañeros de Loewe los que le ayudaron a conseguirlo.

Tal y como explica, ese vestido estuvo en su casa desde hacía más de un año. «Nunca llegué a probarme otro vestido de novia. Lo custodió mi padre durante ese tiempo, lo colocó en un maniquí y cerró una habitación en casa de mi abuela para él. Ella había fallecido hacía poco y era una gran amante de la moda, así que en el fondo, siento que ella lo guardaba».

Los zapatos que eligió fueron unas sandalias de Mint & Rose, en color azul cielo, y en cuanto a las joyas, optó por unos pendientes de perlas australianas de su abuela, con un trébol de 4 hojas de diamantes.  Además, también lucía su anillo de pedida, un solitario sobre oro amarillo.

En cuanto al maquillaje, se encargó Malen Buesa, quien dio protagonismo a los ojos, mientras que el peinado fue obra de Landry, de Milk San Sebastián. Tal y como narra Lucía, buscaba ir cómoda, natural y sentirse ella misma, por lo que eligió un moño de bailarina.

Un ramo de inspiración silvestre fue el elegido, en el que destacaban el verde y el blanco, con pequeños toques de amarillo y azul, obra de Flowers & Co, al igual que todas las flores de la boda. En él llevó una pequeña medalla que solía llevar en el uniforme del colegio.

La ceremonia tuvo lugar en San Martín, una pequeña ermita del Camino de Santiago, en pleno campo y junto al mar. Tras el enlace, pusieron rumbo a Katxiña, donde lo celebraron con sus familiares y amigos.

Por su parte, el novio, lució un chaqué de La Fábrica de Camisas, combinado con una corbata de Loewe, unos gemelos de Montblanc y unos zapatos de Lottusse.

Para completar el vestido, Lucía decidió añadirle una chaqueta de punto, que confeccionó Claudia Llagostera. «Acudí a ella porque me encanta su estilo, totalmente en línea con el vestido. Tejieron a mano una chaqueta de punto a medida, que completaría el look en caso de que pasara frío. Pero salió un día increíble y solo me la puse por la noche.»

Este es el vestido en la pasarela Primavera-Verano 2020 de Loewe. Lucía cuenta que lo único que hizo fue cogerle el bajo.

Respecto a las fotografías, Lucía y Nacho confiaron en Clara y Alfredo de Dosmasenlamesa.