Ayer se casaron en Comillas (Cantabria) Laura y Javi, pueblo en el que ambos veranean. Ella es una joven empresaria madrileña, fundadora de la marca de ropa Bimani.
Antes de darse el sí quiero, Laura subía a su Instagram un pequeño texto, donde explicaba algo sobre su vestido, »os cuento un secreto antes de cruzar esa puerta, me caso con el vestido más especial para mi. Este vestido formó parte e una historia de amor que duró más de 60 años. Una vida repleta de cariño, admiración y respeto, como la que yo quiero empezar junto a Javier. Al decidir casarme con este vestido sólo pensé en una cosa: la ilusión que me haría a mi, y a mi familia. Y es que la moda no sólo debería estar para el ‘qué dirán’. La moda también existe para plasmar emociones y estoy a escasos minutos de vivir el momento más emocionante de mi vida, con el vestido más especial. Que siempre gane la ‘elegancia de la sencillez’, como a ella le gustaba enseñarnos, y como yo intento copiar».
Llevó el vestido que se puso su abuela en su boda, hace 64 años, y es que para poder lucirlo, le han tenido que dedicar más de 100 horas, para así, conservar su estado original, repasando las costuras y reforzando el cuerpo. Se trata de un vestido atemporal, con cuello redondeado, manga francesa, corte en la cintura y la falda en línea ‘A’.
El ramo que llevó se lo hizo esa misma mañana el padre de Javi, con flores y plantas de la zona. Cuenta Laura que ‘tiene una sensibilidad y un gusto alucinantes’.
Del maquillaje se encargó Jose Belmonte de Narsissist y del peinado, Gema Ledesma, que le hizo una coleta a media altura decorada con un broche familiar.
Las joyas que llevó fueron: su anillo de compromiso, de Del Páramo Vintage, el de pedida, diseñado por Javi y su madre y unos pendientes de su abuela paterna.
Al llegar al lugar del convite, la novia se cambió de vestido. Se puso su segundo vestido con escote redondo, manga corta vaporosa, una gran hilera de botones forrados en la espalda y corte en ‘A’, hecho con una mantilla antigua, que se puso su hermana Alejandra en su boda. Lo hizo realidad Fátima Gonzalez, con más de una decena de capas de tul de seda francés, el más fino que existe.
Para la fiesta, Laura se puso su tercer vestido. Está compuesto por dos piezas, un vestido de corte recto y cuello halter y una chaqueta de manga francesa a juego. Ambas piezas de lentejuelas. En el cuello una gran lazada hacia atrás de organza blanca. Fue diseñado y creado por ella misma bajo el nombre de su marca, y tal y como ella ha contado, lo sacará próximamente a la venta.
Un total de más de 70 invitadas han vestido de la firma, dando forma a la nueva colección que saldrá pronto. Laura y su equipo, junto a cada invitada han diseñado sus vestidos, que saldrán a la venta con sus nombres. En ellos se puede ver una amplia gama de tonos y de tejidos, desde su clásico georgette, hasta nuevos tejidos como organza o uno de lentejuelas.
Como detalle, en la mesa, la novia les ha dejado a cada una de ellas, un boceto en acuarela luciendo su look escogido para el gran día.
Sus hermanas también vistieron de la marca. Ana, lució un vestido vintage de Ralph Lauren, combinado con una capa de Bimani. Alejandra, llevó un vestido azul marino, diseñado por Bimani y confeccionado por Fátima González, inspirado en un maillot de bailarina de ballet. Y por último, Marta, con un vestido de tirantes, también de la firma, en granate.
Todas las fotos las ha hecho Dani Paper Boat, vía All About Management.