Hoy os voy a presentar en este post un conjunto de las tradiciones más destacadas en nuestro país, muchas de ellas compartidas tanto en ceremonias civiles como religiosas.
Ofrecerle una docena de huevos a Santa Clara
La tradición dice que para tener buen tiempo y que no llueva el día de la boda, la novia debe llevar una docena de huevos a un convento de las Hermanas Clarisas.
Algo nuevo, viejo, prestado y azul.
- Algo nuevo simboliza el inicio de una nueva etapa. Entre estas cuatro es la más fácil de cumplir, pues normalmente, la novia siempre lleva el día de su boda algo nuevo.
- Algo viejo, significa no perder los orígenes con el pasado.
- Algo prestado, simboliza todo aquello que la protagonista del gran día puede esperar de sus seres queridos. Hoy en día se pide algo prestado tanto a familiares como a amigas, indistintamente. Antiguamente, la tradición señalaba que la novia debía llevar algo prestado de alguien que disfrutara de un matrimonio feliz para atraer la buena fortuna a su matrimonio.
- Algo azul es señal de fidelidad, amor y compromiso con la pareja. Es la que parece más difícil de cumplir, sin embargo no lo es tanto, ya que el toque azul lo puedes llevar en los pendientes, en la cinta del ramo, un lacito en la ropa interior…
Foto que simboliza ‘algo azul’ de Eternal Disati
No llevar perlas el día de la boda
Las perlas simbolizan las lágrimas de la novia y se cree que llevarlas durante el enlace atrae la mala fortuna en el matrimonio. Significando que la novia derramará muchas lágrimas a lo largo de la vida junto a su marido.
No casarse en martes
Muchas veces hemos oido la expresión: «En martes, ni te cases ni te embarques». Este dicho tan popular procede de la época de los romanos. Martes es el día que corresponde al planeta Marte, dios de la guerra, por lo que este día de la semana estaba predestinado a que los conflictos, las guerras y todo lo que tiene que ver con los negocios saliese mal. Una boda, en aquella época, no se realizaba como un acto de amor entre una pareja de enamorados sino como una unión de intereses y como cierre de un trato entre diferentes familias.
Los novios el día de la boda no se ven hasta estar en la iglesia.
Según la tradición, verse antes trae mala suerte. Se remonta a la época en la que los enlaces se realizaban por conveniencia. El marido no podía ver a la novia antes de la boda para evitar que se arrepintiera y decidiera no casarse.
Foto de Foto L’equip.
Rito de la velación
El rito de la velación tenía la finalidad de propiciar que los hijos de la pareja recién casada se educaran cristianamente o incluso llegaran a ser sacerdotes.
La velación nupcial se realiza entre el padrenuestro y la bendición nupcial, mientras los esposos permanecen en su lugar y se arrodillan. Entonces se pone el velo de color blanco y rojo sobre la cabeza de la esposa y los hombros del esposo, simbolizando el vínculo que los une.
Los Padrinos de Velación son muy importantes para la pareja, ya que siempre velarán por ellos y apoyarán a su matrimonio. Para poder serlo, la Iglesia Católica les exigirá que estén casados por la iglesia, ya que deben predicar con el ejemplo. Estos padrinos suelen ser una pareja muy querida por los novios y que lleva mucho tiempo junta o cuya relación es estable y duradera.
Este rito no puede celebrarse en determinadas fechas: Fieles Difuntos, entre el primer Domingo de Adviento y el día de Navidad inclusive y desde el miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Pascua, tampoco en domingo ni en días festivos.
Otra cosa muy importante a tener en cuenta es el velo o el paño que se utiliza. Lo más común es ver que este rito se realiza con una mantilla o velo antiguo (por cuestiones estéticas) pero esto no es lo correcto y por ello, hay sacerdotes que no permiten que se imparta la bendición si no es con el velo específico. Lo adecuado es un paño confeccionado para la ocasión, blanco y con dos franjas rojas longitudinales, lo suficientemente ancho para que cubra los hombros del varón y la cabeza de la mujer.
Hay variantes de este rito según el país, en algunas partes de Italia y en Francia se sostiene el velo sobre los dos novios.
Foto de Click 10.
Foto de Rosse Blanc.
Intercambio de arras
Las arras son trece monedas del mismo tamaño que simbolizan la unión de la pareja, el deseo de prosperidad y la promesa de compartir los bienes del matrimonio.
La tradición señala que son 13 monedas -12 de oro y una de platino-, todas del mismo tamaño. Según el rito mozárabe, las trece arras representan los bienes repartidos en los doce meses del año y una más, para compartir con los pobres. Otras teorías aseguran que la número 13, la de menor valor, significa que no todo van a ser alegrías y que también habrá que compartir dificultades.
Es habitual que sean los niños de arras los que las lleven al altar, y las pueden portar en cestas, en cajas, en bolsitas… hay opciones muy variadas.
En las bodas religiosas, el momento de intercambiar las arras suele llegar tras el intercambio de las alianzas, una vez que el sacerdote las ha bendecido. Tras ello, se las entregará al novio que las dará a la novia, quien las recibe con las manos abiertas. Posteriormente se produce el mismo gesto pero en este caso es la novia quien las ofrece. Existen dos alternativas en función del rito elegido. En el rito romano, ambos dirán el nombre de su pareja seguido de “recibe estas arras como prenda de la bendición de Dios y signo de los bienes que vamos a compartir”. En el rito hispano, el cónyuge que entrega dice el nombre de su pareja seguido de “estas arras te doy en señal de Matrimonio” y quien las toma dice “yo las recibo”.
Esta tradición tiene su origen en Oriente y los romanos fueron quienes la introdujeron en España tras su conquista. Antiguamente se relacionaba con la dote que el novio pagaba por la esposa.
Foto de Ernesto Villalba.
Lanzamiento de arroz a los recién casados
Lanzar arroz a los novios a la salida de la iglesia es símbolo de fertilidad, de abundancia y de prosperidad. Es una tradición que se cree originaria de Oriente, y en las últimas décadas se ha extendido a lo largo de infinidad de países europeos así como al norte y sur de América.
Hay un proverbio chino que decía: “que tengáis tanta prosperidad como para poder repartir arroz todos los días de vuestra vida y que os sobre para poder dar a los que no tienen”.
Foto de Alejandra Ortiz.
Regalar el ramo
La tradición se remonta a la Francia del siglo XIV, cuando los hombres perseguían a la novia para quitarle la liga, considerada como símbolo de buena suerte. Más adelante, las novias optaron por lanzar la liga ellas mismas a la salida de la iglesia. La liga se sustituyó por un ramo de flores blancas de azahar ya que La Iglesia no vio apropiado el uso de la liga como símbolo del matrimonio.
Actualmente, la tradición establece que, la novia se coloque de espaldas y, sin mirar, lance el ramo a sus invitadas. El azar será el que elija a la afortunada, que será la próxima en pasar por el altar.
Sin embargo, esta tradición cada vez se ve menos. Ahora, la novia suele dar su ramo a alguna amiga íntima, a la próxima amiga que se case, o incluso a su madre. Hay muchas novias que piden a la floristería que haga réplicas de su ramo para poder entregar varios.
Foto de Ernesto Villalba.
Foto de Ernesto Villalba.
Si conoces alguna tradición más, me puedes dejar un mensaje en Instagram para poder mostrársela a las demás novias.
Las fotos de la miniatura y el encabezado son de Alejandra Salido.